Una encuesta de Kaspersky reveló el mes pasado que el 72% de los conductores se sienten incómodos con que los fabricantes de automóviles compartan sus datos privados, y el 71% de los conductores consideraría comprar un automóvil más antiguo con menos tecnología para evitarlo.
A los participantes se les mostró una encuesta, realizada en septiembre por la organización benéfica Mozilla Foundation, que encontró que el 84% de los fabricantes de automóviles comparten o venden los datos que recopilan de los propietarios de automóviles. Nissan, por ejemplo, dice que recopila detalles sobre el comportamiento sexual de un conductor, mientras que Kia dice que recopila “información sobre su raza o etnia, creencias religiosas o filosóficas, orientación sexual, vida sexual y opiniones políticas” y “afiliación a un sindicato.” Seis fabricantes de automóviles han reconocido que recopilan “información genética” de los conductores.
Aproximadamente el 56% de las marcas de automóviles establecen en sus reglas de privacidad que tienen la opción de compartir datos personales del conductor con las autoridades cuando “lo soliciten” sin necesidad de una orden judicial.
Tesla ha obtenido con éxito una patente para una sofisticada tecnología de reconocimiento facial. Al detectar las características faciales detalladas del conductor, la cámara montada dentro del automóvil se dirigirá al conductor por su nombre y modificará la configuración del automóvil de acuerdo con un perfil de usuario guardado en el sistema del vehículo.
El auto no sólo reconocerá los rasgos faciales, sino que también identificará la “ubicación espacial” de cada ocupante. Esto permitirá que el automóvil personalice la configuración, como alterar el aire acondicionado y el enfoque de audio acorde al conductor y los pasajeros. La patente establece que los movimientos corporales, las formas corporales y el comportamiento del usuario se registrarán y conservarán “para análisis posteriores.”
Todos los datos biométricos, incluidas fotografías y videos de rasgos faciales y otras métricas, se conservarán dentro del sistema del automóvil. Estas mediciones se utilizarán para evaluar el estado del conductor.
El automóvil también observará el comportamiento típico del conductor, los movimientos oculares y corporales, la postura al sentarse, el tono de voz y los “parámetros de salud.” Si hay una desviación en estos patrones, como un cambio en el tono de voz, el vehículo le preguntará al conductor si necesita ayuda. Si el conductor no responde dentro de un tiempo específico, el vehículo transmitirá automáticamente una señal de emergencia a un hospital cercano e iniciará una solicitud de asistencia de emergencia. En determinados casos, el vehículo tiene la capacidad de desplazarse de forma autónoma al centro de salud más cercano.
Se implementará un protocolo similar en caso de colisión.
Si el automóvil detecta que el conductor cierra los ojos o menea la cabeza, tiene la capacidad de enviar una señal fuerte, dirigir aire frío hacia la cara del conductor y/o dejar de conducir para alertar al conductor.
Ford registró una patente a principios de este año para una tecnología llamada “tecnología de auto embargo.” Esta innovación tiene como objetivo conectar el automóvil con la institución crediticia del conductor, permitiendo que el vehículo se embargue automáticamente en caso de que el conductor no realice los pagos del automóvil. La patente incluye una serie de posibles consecuencias para los conductores que no realizan los pagos, como limitar el acceso al aire acondicionado o restringir el viaje del conductor a destinos específicos como el trabajo o la escuela. Otros escenarios implican que los conductores no puedan acceder a sus vehículos o que el coche emita sonidos desagradables hasta que se complete el pago siguiente. Además, el vehículo puede ser capaz de transportarse de forma autónoma a un depósito municipal o un depósito de chatarra.
Mientras tanto, los sistemas de Ford monitorearán continuamente las emociones del conductor para determinar la mejor forma de disciplinarlos.