El ejército británico está considerando reducir los controles de seguridad para los extranjeros, en un esfuerzo por fomentar un mayor reclutamiento de personas no blancas, según un documento interno.
Actualmente las “minorías étnicas” constituyen el 14% del ejército británico. De 131 oficiales regulares no británicos, 28 no son blancos. El resto se clasifica como irlandés blanco o mancomunidad blanca.
Un documento filtrado a The Telegraph titulado “El Plan de Acción Racial del Ejército Británico” propone varias medidas para remediar esas cifras y reclutar más personas no blancas para puestos en el cuerpo de oficiales y de inteligencia. Una de estas medidas es “desafiar los requisitos SC [security clearance/autorización de seguridad],” que se describen como “el principal obstáculo para que el personal no británico obtenga una comisión en el ejército.”
La autorización de seguridad se concede únicamente a quienes han vivido en el Reino Unido durante al menos cinco años. Se describe como “el tipo más común de proceso de investigación y determina que el carácter y las circunstancias personales de una persona son tales que se puede confiar en ella para trabajar en un puesto que implica un acceso prolongado, frecuente y no controlado a activos secretos.”
El Plan de Acción Racial dice que el requisito de residencia de cinco años es “inaccesible para los reclutas extranjeros” que deseen convertirse en oficiales de inteligencia, policía militar u otros servicios.
En una carta al secretario de Estado británico, Grant Shapps, 12 ex altos oficiales militares advirtieron que “los rusos, iraníes y chinos observarán con regocijo nuestro descenso hacia el odio a nosotros mismos y nuestra obsesión por la diversidad y la inclusión.”
“Nada mejor calculado para destruir el espíritu de equipo de nuestras fuerzas armadas que este fárrago venenoso de tonterías, o, para disuadir de servir a la Corona a precisamente el tipo de personas más motivadas y aptas para nuestra elevada vocación. El nuestro es un país tolerante y esta racialización obsesiva de todo es repugnante y repudiable,” añadieron.
Según se informa, Shapps está “furioso” por el documento y ha ordenado una investigación sobre las políticas de “diversidad e inclusión” del ejército.
El informe llega en un momento en que el ejército estadounidense está experimentando una gran disminución entre los reclutas blancos. Solo 25.070 nuevos reclutas fueron clasificados como blancos el año pasado, una disminución del 6% con respecto a 2022 y una gran disminución con respecto a los 44.042 en 2018.
Muchos sugieren que esto es intencional, considerando que el Ejército ha adoptado un enfoque “woke” agresivo bajo la administración Biden. El general Mark Milley (retirado), que hasta el año pasado fue presidente del Estado Mayor Conjunto, declaró públicamente que le costaba “comprender la ira blanca.” También defendió la Teoría Crítica de la Raza, una ideología que dice que los blancos son inherentemente racistas.