Los legisladores estadounidenses expresan cada vez más su inquietud por la gran cantidad de datos que los fabricantes de automóviles recopilan de los conductores, a través de sus vehículos.
Tesla, por ejemplo, ha obtenido con éxito una patente para un dispositivo capaz de identificar las características faciales de las personas dentro de un vehículo mediante la utilización de una sofisticada tecnología de reconocimiento facial. Al detectar las características del conductor, la cámara montada en el interior del automóvil se dirigirá cordialmente al conductor por su nombre y procederá a modificar la configuración del automóvil de acuerdo con un perfil de usuario guardado en el sistema del vehículo.
El automóvil no sólo reconocerá los rasgos faciales, sino que también identificará la “ubicación espacial” de cada ocupante. Esto permitirá que el automóvil personalice la configuración, como alterar el aire acondicionado y el enfoque de audio acorde al conductor y los pasajeros. La patente establece que los movimientos corporales, las formas corporales y el comportamiento del usuario se registrarán y conservarán “para análisis posteriores.”
El sistema del vehículo conservará todos los datos biométricos, incluidas fotografías y vídeos de las características faciales, junto con otros indicadores. Estas mediciones se utilizarán para evaluar el estado del conductor.
El automóvil observará continuamente el comportamiento típico del conductor, los movimientos oculares y corporales, la postura al sentarse, el tono de voz y los “parámetros de salud.” Si hay una desviación en estos patrones, como un cambio en el tono de voz, el vehículo preguntará al conductor si necesita ayuda. Si el conductor no responde dentro de un tiempo determinado, el vehículo transmitirá automáticamente una señal de emergencia a un hospital cercano e iniciará una solicitud de asistencia de emergencia. En determinados casos, el vehículo tiene la capacidad de desplazarse de forma autónoma al centro de salud más cercano.
Se implementará un protocolo similar en caso de colisión.
Si el automóvil detecta que el conductor cierra los ojos o menea la cabeza, tiene la capacidad de enviar una señal fuerte, dirigir aire frío hacia la cara del conductor y/o dejar de conducir para alertar al conductor.
Según una encuesta realizada en septiembre por la organización benéfica Mozilla Foundation, se descubrió que el 84% de los fabricantes de automóviles comparten o venden los datos que recopilan de los propietarios de automóviles. Ciertos tipos de datos que pueden recopilarse incluyen, por ejemplo, detalles sobre el comportamiento sexual de un conductor, como se ve en el caso de Nissan, o “información sobre su raza o etnia, creencias religiosas o filosóficas, orientación sexual, vida sexual y opiniones políticas” y “afiliación a un sindicato,” como en el caso de Kia. Seis automotrices han reconocido que recopilan “información genética” de los conductores.
Aproximadamente el 56% de las marcas de automóviles establecen en sus reglas de privacidad que tienen la opción de compartir datos personales del conductor con la policía cuando “lo soliciten” sin necesidad de una orden judicial.
Ford registró una patente a principios de este año para una tecnología llamada “tecnología de auto embargo.” Esta innovación tiene como objetivo conectar el automóvil con la institución crediticia del conductor, permitiendo que el vehículo se embargue automáticamente en caso de que el conductor no realice los pagos del automóvil. La patente incluye una serie de posibles consecuencias para los conductores que no realizan los pagos, como limitar el acceso al aire acondicionado o restringir el viaje del conductor a destinos específicos como la escuela o el trabajo. Otros escenarios implican que los conductores no puedan acceder a sus vehículos o que el coche emita sonidos desagradables hasta que se complete el pago siguiente. El vehículo tiene el potencial de transportarse de forma autónoma a un depósito municipal o un depósito de chatarra.
Mientras tanto, los sistemas de Ford monitorearán continuamente las emociones del conductor para identificar la forma de castigo más eficaz.
La recopilación y el intercambio de datos ha provocado consultas de legisladores que expresan su preocupación por una posible violación de la privacidad.
“Los automóviles no deberían – y no pueden – convertirse en otro lugar más donde la privacidad pasa a un segundo plano,” escribió el senador Edward Markey (D-MA) en una carta reciente a las automotrices. “A medida que más y más automóviles se convierten en computadoras sobre ruedas, los fabricantes de automóviles deben implementar políticas de privacidad sólidas para proteger a los usuarios.”
Sin embargo, parece que otros legisladores no muestran el mismo nivel de preocupación.
Los legisladores del Congreso rechazaron recientemente una enmienda propuesta por el diputado Thomas Massie (R-KY) que tenía como objetivo desafiar una regulación de monitoreo de conductores. Este mandato requerirá que los fabricantes de automóviles incorporen “interruptores de apagado” en los automóviles que se vendan después de 2026.
El mandato se promulgó en 2021 mediante la aprobación de la Ley de Empleo e Inversión en Infraestructura de la administración de Biden. Dentro del extenso proyecto de ley de 1.039 páginas hay una disposición que obliga a la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) a formular regulaciones relacionadas con la tecnología de monitoreo de conductores. Los vehículos tienen la capacidad de detectar si un conductor está ebrio o borracho y, en tales situaciones, se impedirá que el vehículo funcione.
“Para garantizar la prevención de muertes de conductores bajo los efectos del alcohol, la tecnología avanzada de prevención de la conducción bajo los efectos del alcohol debe ser material estándar en todos los vehículos motorizados de pasajeros nuevos,” dice la Sección 24220.
El proyecto de ley cita estadísticas sobre conducción en estado de ebriedad para respaldar la ley, pero también destaca otros casos en los que el requisito sería aplicable a “conductores discapacitados.” La frase carece de una definición clara.
El proyecto de ley no sólo exige monitorear la concentración de alcohol en la sangre del conductor, sino que exige que los automóviles “supervisen pasivamente el desempeño del conductor de un vehículo a motor para identificar con precisión si ese conductor puede estar ebrio; y prevenir o limitar la operación de vehículos a motor si se detecta una deficiencia.”
La legislación tampoco ofrece información sobre la mecánica operativa del dispositivo. NHTSA tomará una decisión sobre este asunto el próximo año, tras lo cual los fabricantes de automóviles tendrán un plazo de dos años para incorporar estas tecnologías en todos los vehículos nuevos.
“Es tan increíble que yo tenga que ofrecer esta enmienda,” dijo el diputado Massie en la Cámara de Representantes. “Casi parece propio del dominio de la ciencia ficción, la ciencia ficción distópica, que el gobierno federal pusiera desconexión automática en vehículos que serían el juez, el jurado y el verdugo de un derecho tan fundamental como el derecho a viajar libremente.”
Sin embargo, los críticos de la enmienda presentaron sus contraargumentos, y la diputada Debbie Wasserman Schultz (D-FL) refutó categóricamente la afirmación de que el mandato implica algo más que vigilancia.
“La enmienda . . . no requiere que los fabricantes de automóviles instalen desconexión automática. Para nada,” afirmó Schulz, lo que llevó al representante Massie a recitar la ley palabra por palabra durante su discurso en la Cámara. Schultz también afirmó que el requisito tiene como objetivo “salvar vidas” y salvaguardar la “seguridad pública”, mientras ignoraba la postura del diputado Massie sobre la libertad personal.
“No tienes derecho a participar en un comportamiento potencialmente fatal, el cual sabemos que representa una amenaza importante para la salud y la seguridad pública,” dijo.
La enmienda de Massie no tuvo éxito y recibió 201 votos a favor y 229 votos en contra.
