Agenda de despoblación avanza

Nuevos avances indican que una estrategia de hace décadas, para frenar el crecimiento demográfico en Estados Unidos, es un gran éxito.

Un artículo reciente de Statista afirma que el 25% de los adultos estadounidenses de 40 años nunca se han casado, lo que supone una cifra récord desde que comenzaron a publicarse datos en 1990. Sólo el 22% de estos adultos afirma vivir con un cónyuge, mientras que la mayoría viven solos. Después de los afroamericanos, que representan casi la mitad (46%) de todos los estadounidenses, los hispanos (27%) y los asiático-americanos (17%) son los siguientes con mayor probabilidad de seguir solteros a los 40 años.

Evitar el matrimonio es un componente de la estrategia de despoblación del Memorándum Jaffe, que se creó hace más de 50 años.

En 1969, un economista llamado Frederick Jaffe desarrolló un grupo de recomendaciones para frenar el crecimiento de la población estadounidense, que todavía se aplican en la actualidad. Bernard Berelson le había pedido a Jaffe, que en ese momento era vicepresidente de la Federación Estadounidense de Planificación Familiar, que desarrollara el plan.

Para reducir el número de nacimientos en el país, John D. Rockefeller III creó el Consejo de Población, dirigido por Berelson. El Consejo de Población continúa centrándose en el desarrollo de anticonceptivos y otros métodos de control de natalidad, como el dispositivo intrauterino T de Cobre. Desde entonces, más de 70 países han recibido aproximadamente 50 millones de T de Cobre.

En 1969, Berelson buscaba ideas.

En respuesta, Jaffe redactó lo que más tarde se conocería como el Memorándum Jaffe. En él, Jaffe planteó una serie de medidas que, en su opinión, podrían reducir la tasa de natalidad estadounidense. Las recopiló en una tabla que tituló “Medidas propuestas para reducir la fertilidad por universalidad o selectividad de impacto en Estados Unidos.”

Facilitar “aborto y esterilización a pedido,” “hacer que los anticonceptivos estén realmente disponibles y accesibles,” “permitir que se distribuyan anticonceptivos inofensivos sin fines médicos” y “promover una mayor homosexualidad” fueron algunas de las políticas sugeridas.

“Reestructurar la familia” era el título de otra medida, que se dividía en dos secciones: “(a) Posponer o evitar el matrimonio” y “(b) Alterar la imagen del tamaño ideal de la familia”.

A ellas se les sumaron dos propuestas adicionales hechas por Jaffe: alentar a las mujeres a cursar estudios superiores y persuadir a un mayor número de ellas para que ingresen al área laboral.

Según Jaffe, “La relación entre el empleo de las mujeres y una menor fertilidad parece bien establecida.” Afirmó que una mayor inflación viene acompañada de empleo pleno, sugiriendo que Estados Unidos tal vez tenga que aceptar este sacrificio para despoblarse. Planteó la pregunta: “¿Cuánta inflación podríamos o deberíamos arriesgar para lograr una menor fertilidad?”

Organizaciones globalistas como el Foro Económico Mundial (WEF) y las Naciones Unidas han hecho del aumento del número de mujeres en el área laboral una prioridad absoluta. Es bien sabido que la ONU promueve activamente el empleo de las mujeres casi cualquier oportunidad, elevándolo incluso a la categoría de problema de salud pública.

Esto también se ha convertido en un éxito rotundo. Los datos de Pew Research indican que las mujeres Millennials poseen un título universitario a un ritmo cuatro veces mayor que el de las mujeres de la Generación Silenciosa. Además, las mujeres con mayores niveles de educación tienen más probabilidades de retrasar o renunciar el tener hijos.

Además, sólo aproximadamente el 40% de las mujeres tenían empleo en el momento del Memorándum Jaffe. Actualmente es el 72% entre las mujeres Millennials.

Según Business Insider, las mujeres que priorizan su profesión a tener hijos son la principal causa de la disminución de las tasas de natalidad y matrimonio. Esto es “una señal de progreso económico, que indica un aumento del individualismo y la autonomía de las mujeres.”

“Me resulta imposible equilibrar el empleo y los niños.” Según Jennifer Mathieu, una trabajadora de 40 años, “No me arrepiento de nada, amo mi vida y pienso al menos tres o cuatro veces por semana en lo agradecida que estoy por no tener hijos.” También afirmó: “No podría cuidar a mis dos perros sin mi esposo.”

Otra trabajadora, Heather Watson, afirmó: “Ambos trabajamos duro en nuestras carreras y, sinceramente, no nos parecí que hijos encajaran en la vida y metas que queríamos. Siempre sentí que sería injusto para los niños intentar integrarlos en nuestras vidas.”

“Los hijos son caros y pegajosos,” dijo otra.

Según Statista, las mujeres ahora creen que han “ganado poder económico” y, por lo tanto, ya no consideran que el matrimonio sea crucial:

El aumento general de personas que siguen solteras a los 40 años sugiere que ha habido un cambio en los sentimientos sobre la importancia del matrimonio. Es probable que la tendencia se deba a una amplia variedad y combinación de factores, ya sea una reducción del estigma en torno a la soltería o, como explica Belinda Luscombe de Time Magazine, debido a razones económicas, como el hecho de que desde que las mujeres han “ganado poder económico, necesitaban depender menos de los hombres para mantenerse,” o por el contrario, porque muchos hombres dicen que sienten que necesitan un nivel de estabilidad financiera para estar preparados para el matrimonio.

Jaffe sugirió agregar “agentes de control de la fertilidad en el suministro de agua” como uno de sus otros cursos de acción sugeridos.

Se ha demostrado que los pesticidas comunes feminizan a los hombres además de tener un impacto negativo significativo en la fertilidad. La mayoría de las ranas macho expuestas al pesticida atrazina desarrollaron una atracción hacia otros machos, incluidas algunas que comenzaron a actuar como hembras y pusieron huevos, según un estudio sobre la toxina. Syngenta, una empresa propiedad del Partido Comunista Chino, produce la mayor parte de la atrazina utilizada en la agricultura estadounidense.

Recientemente se ha reportado que estos pesticidas, que se han encontrado en los suministros de agua de Estados Unidos, han causado una disminución del 50% en el recuento de espermatozoides de los hombres en los últimos 50 años.

Jaffe ha sugerido incentivos gubernamentales para reducir las tasas de natalidad y la escolarización obligatoria de los niños como posibles estrategias de despoblación efectivas. Una de las métricas sugeridas se titula “depresión crónica” y no proporciona ningún contexto adicional.

Una de las recomendaciones, y un principio fundamental de la Agenda 2030 del WEF, es disuadir la posesión de propiedad privada, prometiendo a los contribuyentes que “no tendrán nada y serán felices.”

La premisa de estas ideas, según Jaffe, es que, dadas las normas voluntarias actuales, “una sociedad donde la anticoncepción eficaz se distribuya eficientemente a todos, daría como resultado una tasa de crecimiento tolerable o iría muy lejos para lograrlo. Si esta teoría es esencialmente correcta, eliminaría el requisito de una política demográfica estadounidense clara que vaya más allá de las normas voluntarias.”

El entonces presidente Richard Nixon propuso el establecimiento de un panel asesor presidencial el año en que se redactó el Memorándum Jaffe, con el objetivo de idear una estrategia para abordar el “problema demográfico”. Al año siguiente, Nixon nombró a Jaffe y Berelson para la Comisión sobre el Crecimiento de la Población y el Futuro Estadounidense.

Las medidas propuestas por Jaffe que se han aplicado, han sido adoptadas por todas las principales organizaciones globalistas, donde se fomenta la homosexualidad, el aborto, el control de la natalidad y las mujeres en el ámbito laboral bajo el lema “igualdad de género.”

Hoy en día, el sitio web de Population Council se centra en la igualdad de género, el aborto a pedido e incluso el “cambio climático” como determinante de la “salud reproductiva y la fertilidad.”

Varios organismos globalistas, particularmente FP2030, han estado invirtiendo bastante para hacer realidad el Memorándum Jaffe.

En julio de 2012, la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), la Fundación Bill y Melinda Gates, el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) convocaron una reunión en Londres. El objetivo establecido de la reunión era “potenciar el uso voluntario de anticonceptivos modernos por parte de 120 millones más de mujeres y niñas en los países de ingresos más bajos del mundo para 2020.” Se formó la organización Family Planning 2020 (FP2020).

FP2020 pronto reclutó a más de 130 gobiernos, organizaciones y corporaciones para unirse a la causa. Compañías farmacéuticas como Pfizer y Bayer prometieron proporcionar productos de prevención de la vida en todo el mundo.

A medida que se acercaba el 2020, los fundadores de FP2020 lo consideraron tan exitoso que lo extendieron por diez años más y cambiaron el nombre de la organización a FP2030. La Directora General de América del Norte y Europa, Monica Kerrigan, MPH, ex empleada de Planned Parenthood, la Fundación Gates y USAID, se encuentran entre sus supervisores globalistas.

FP2030 recibió $1.400 millones en financiación gubernamental en 2021; USAID proporcionó más de $500 millones de ese total anualmente.

Las organizaciones fundadoras de FP2030 primero se ponen en contacto con un funcionario del Ministerio de Salud del país objetivo, antes de iniciar una campaña de prevención de natalidad en ese país. Le entregan al funcionario un plan que contiene prácticas de alto impacto (HIP, por sus siglas en inglés) para prevenir embarazos de forma masiva y el financiamiento necesario para implementarlo.

Sin embargo, el objetivo de FP2030 es persuadir a las mujeres para que utilicen dispositivos de prevención de natalidad en lugar de simplemente proporcionárselos. Por lo tanto, cualquier método destinado a prevenir masivamente la concepción debe “mejorar las actitudes.”

Los medios masivos de comunicación, son una de las principales herramientas utilizadas para influir en la opinión pública y las actitudes en torno a la prevención de la natalidad. Se instó a las organizaciones a “usar uno o más canales de medios masivos (radio, televisión, prensa) para aumentar el conocimiento, mejorar las actitudes y la autoeficacia, y fomentar el cambio social para efectuar la planificación familiar,” durante una reunión de Socios de Prácticas de Alto Impacto de 2016 a la que asistieron operativos de FP2030.

Otro aspecto del plan es utilizar la ideología de confusión de género para prevenir embarazos de forma masiva. Hombres y mujeres se reproducen naturalmente, pero desafiar a las “normas de género” al masculinizar a las mujeres y afeminar a los hombres, es una forma efectiva de detener el crecimiento de la población.

Según una presentación de FP2030 titulada “Estrategia de género de FP2030,” “Para FP2030, un enfoque intencional de la igualdad de género hace que nuestro trabajo sea más eficaz para promover tanto la planificación familiar como la igualdad de género.”

Las iniciativas transformadoras de género acelerarán el progreso en el acceso y uso de anticonceptivos, y promoverán la igualdad de género con “mayor financiamiento y alcance,” según la organización, que también señala claramente que “las normas de género… crean barreras al acceso a la planificación familiar.”

Según FP2030, la ideología de género, o las “normas positivas de género”, pueden ser “más efectivas” en países donde las tasas de prevención de natalidad se están estancando. Las intervenciones en el sector de la demanda que promueven normas de género positivas tienen el potencial de ser más efectivas que los métodos del lado de la oferta en países donde la prevalencia de anticonceptivos se ha estancado.

Las activistas feministas también son muy útiles para promover el evitar embarazos, según la Estrategia de Género.

Esto también podría explicar por qué las organizaciones y eventos del “Orgullo” reciben una gran financiación de los servicios de espionaje estadounidenses para promover la confusión de género en todo el mundo.

Las mismas píldoras anticonceptivas contribuyen a esta confusión de género. La evidencia científica sugiere que las mujeres que toman pastillas anticonceptivas son propensas a pensar de sí mismas como menos atractivas y ver a los hombres afeminados más atractivos. Además, son más propensas a engañar a sus parejas y experimentar insatisfacción sexual. La mujer puede dejar de tomar la píldora si quiere quedar embarazada, pero hacerlo podría hacerle perder interés en su pareja y posiblemente causar que la familia se desmorone si nace un bebe.

Existe un fuerte deseo entre los globalistas de frenar las tasas de natalidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja a las mujeres que reciban inyecciones que previenen embarazos, incluso si estas podrían aumentar el riesgo de contraer VIH.

“La OMS aconseja que a las mujeres no se les debe negar el uso de inyectables de progestágeno solo por temor a un posible aumento del riesgo [de VIH],” se lee en un informe de FP2020. Se debe informar a las mujeres sobre el mayor riesgo de contraer el VIH, continúa, pero también se les debe decir que existe “incertidumbre sobre una relación causal.”

Un componente del enfoque de prevención masiva de embarazos de FP2030 es la vacunación.

Por ejemplo, el gobierno de Nepal “está desarrollando una estrategia de atención integrada que incluye inmunización y planificación familiar.” Se está avanzando en garantizar que la planificación familiar postaborto esté constantemente disponible. “Usar los medios de comunicación para llegar a los jóvenes, las minorías étnicas y los grupos marginados y desfavorecidos con información sobre planificación familiar” es otro uso del dinero del FP2030 para Nepal.

Al final, FP2030 ha demostrado su eficacia. Según la organización, una de cada tres mujeres en edad reproductiva utiliza actualmente productos anticonceptivos, y África subsahariana registra el mayor aumento en esta tasa. En julio de 2022, una cifra estimada de 371 millones de mujeres y niñas en todo el mundo utilizaban métodos anticonceptivos.

Sorprendentemente, los hombres también utilizan productos anticonceptivos.